Beauchamp, afirma, refiriéndose a la labor del profesorado : “lo mejor que podemos hacer es crear ambientes en donde a los individuos les quepa la esperanza de obtener experiencias de aprendizaje. La tarea del que planifica el currículum consiste en establecer la estructura fundamental de un ambiente en el que los que aprenden puedan tener experiencias de aprendizaje”. C. Marcelo en esta misma línea, se muestra favorable a que nuestras escuelas se conviertan en espacios en los que no sólo se enseñe sino en los que los profesores aprendan.

Pero qué es lo que está provocando que este cambio se haga necesario. Por qué tenemos que cambiar nuestra forma de enseñar y sobre todo qué hay que cambiar.

En otro lugar Gimeno plantea que “la condición globalizada o mundializada de nuestro planeta exige un enfoque diferente de la enseñanza. El mundo se “comprime” para la conciencia, se toma noticia de su totalidad y se acrecientan los intercambios, al tiempo que se desordena y manifiesta su diversidad y se reestructuran las relaciones sociales”. Los ritmos de los cambios que se están produciendo en, esto que se ha venido en llamar, la “aldea global” son de tal calado y se producen a tal velocidad, que es necesario, en el sistema educativo, tener en cuenta estos parámetros y estas transformaciones, para que la formación y la preparación, sea la que requiere una nueva sociedad, que es la que se ha venido en llamar “Sociedad del conocimiento”.

Para muchos, estas transformaciones son una revolución comparable a la aparición de la imprenta . La información se produce, se distribuye, se consume y se abandona a un ritmo endiablado. No hace ni un siglo que el conocimiento cotidiano permanecía prácticamente inalterable durante varias generaciones, actualmente el conocimiento se duplica cada veinte meses, y a partir del año 2010 se calcula que lo hará cada ochenta días. Las TICs son los dispositivos que contribuyen de una manera determinante en esta situación. Internet será, es, de todas las tecnologías el medio que cambie las formas de comunicación y que más influya en el conjunto de la sociedad, de la economía, de la cultura y de las instituciones (Castell 2001)

Por otra parte, este incremento exponencial de la información, hace que lo que aprendemos en la formación inicial tenga una fecha de caducidad fijada. Como decía J. Delors en su informe sobre el empleo, “ya no basta con que cada individuo acumule al comienzo de su vida una reserva de conocimientos a la que podrá recurrir después sin límites”. Existe el riesgo de una grieta en la sociedad entre aquellos que pueden interpretar la información, aquellos que sólo pueden usarla y aquellos que quedan fuera de la sociedad y dependen de ella para sobrevivir. En otras palabras, entre los que conocen y los que no conocen. Debemos educar para la Sociedad del Conocimiento y mediante ella. "El medio es el mensaje", dijo McLuhan. "La Red es el mensaje", afirma ahora el profesor Manuel Castells, describiendo lo que denomina "la Galaxia Internet".

¿En qué afectan estos cambios a los profesores? ¿Cómo debemos repensar el trabajo del profesor en estas nuevas circunstancias? ¿Cómo deberían formarse los nuevos profesores? ¿Cómo adecuamos los conocimientos y las actitudes del profesorado para dar respuesta y aprovechar las nuevas oportunidades que la sociedad de la información nos ofrece? ¿Qué nuevos escenarios educativos y escolares son posibles/deseables?

Estas preguntas, y otras que nos asaltarán, serán las que tenemos que reflexionar para intentar dar respuesta a nuestro futuro, presente, como docentes.

 


Lucena - septiembre 2008.